Según la definición tradicional del término, La Música es el arte de establecer sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos, hasta desembocar en una “sonoridad estructurada”. Métrica, altura, timbre, acordes… términos que una vez materializados adquieren la capacidad de evocar las más profundas reacciones y sentimientos. En palabras de Oscar Wilde “la música es la taquigrafía de la emoción”.
Un proceso cargado de magia y misterio, que traspasa las barreras de la razón y de la lógica.
Es una caricia para el
espíritu sensible, una fábula que juega con nuestras emociones hasta forzarnos
el llanto, un estremecimiento o el más visceral de los deleites. Es la
manifestación artística más próxima a las lágrimas o a la euforia; a los
recuerdos, a los sueños… en definitiva es capaz de lograr la convulsión de
nuestro estado anímico.
Y es el concepto de La música
en manos de un grupo de artistas el que atravesará los caminos más
insospechados hasta convertirse en piezas que nos transportan irremediablemente
al mundo de las imágenes. Al escucharla nuestra mente se llena de
representaciones y metáforas. Las escalas, las notas, los sonidos nos sumergen
en mundos ficticios, en universos en los que un enjambre de sentimientos e iconografía
nos hacen estremecer y reaccionar, creando nuestras particulares partituras.
Y mi partitura ha resultado llamarse: MusicInside (Punta seca y xilografía)
La obra surge de la confrontación de sentimientos viscerales y
diametralmente opuestos, generados a través de piezas musicales. En esta
ocasión he elegido dos canciones: una de ellas me trasmite euforia,
alegría y positivismo; y por el contrario la otra me provoca un estado de
apaciguamiento, tristeza y calma. Olvidando
toda composición y racionalidad, dejándome llevar únicamente por el sonido bajo
la influencia recibida mientras escucho estas piezas, se genera una
matriz de punta seca.
La serie se anexiona por medio de una xilografía que aporta la
estructura meditada de una composición musical.
El resultado genera unas piezas a través de las cuales se pide en
cierto modo al espectador que se implique en el juego de descubrir qué estado
de ánimo corresponde a cada obra. Y para evitar cualquier atisbo de una referencia que pudiera darles una pista cromática, se han empleado colores neutros.
P.S: Este proyecto se inicia aquí, pero crecerá con colaboraciones
de otros artistas y con la implementación de fotografías del proceso y edición
de video.
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